Siendo la leche uno de los alimentos más populares en las casas españolas gracias a sus propiedades nutricionales, resulta interesante que conozcas la diferencia entre leche pasteurizada y leche UHT.
Tanto la pasteurización como la uperización son tratamientos, mediante el uso del calor, cuyo fin es aumentar la vida útil de la leche. Estos métodos de esterilización no sólo se utilizan en la industria láctea, también se llevan a cabo en la industria cervecera, en la fabricación de muchas latas de conservas y en la fabricación de ovoproductos como comentamos en nuestro artículo la huevina ¿tan mala como nos la pintan?
DIFERENCIA ENTRE LECHE PASTEURIZADA Y UHT
Aunque ambas técnicas utilizan el calor para destruir microorganismos, tanto las temperaturas como el tiempo de aplicación marcarán la diferencia tanto a nivel de conservación como a nivel nutricional.
– Pasteurización: es un proceso mediante el cual se calienta la leche a una temperatura de entre 55 y 75 ºC, durante un periodo de 17 segundos. Este proceso ayuda a eliminar la mayoría de las bacterias patógenas (algunas bacterias pueden resistirlo), manteniendo la calidad y las propiedades del producto. Da como resultado lo que se conoce como leche fresca. Este tratamiento respeta buena parte de la flora natural de la leche, pero esta flora es capaz de alterar la leche en un breve periodo de tiempo; por eso, es recomendable conservar el producto en frío (motivo por el que en supermercado se encuentra en cámaras frigoríficas) aunque no se abra el envase.
– Proceso UHT (Ultra High Temperature): el tratamiento térmico que sufre la leche en este caso es más agresivo que en la pasteurización, de tal manera que no solo se destruyen los microorganismos patógenos, también las formas esporuladas. En este caso el producto se somete a temperaturas de 138 ºC durante pocos segundos.
Este proceso térmico es de flujo continuo y de contacto directo, lo que produce una mínima alteración del producto (el tiempo de exposición al tratamiento térmico es muy breve) y permite conservarlo en perfecto estado incluso a temperatura ambiente siempre que el envase esté cerrado (gracias al invento del tetra brick, que es un envase estéril). Una vez abierto el envase la leche debe ser consumida en un plazo máximo de 3 días.
¿REPERCUTEN ESTOS PROCESOS EN LAS PROPIEDADES NUTRICIONALES DE LA LECHE?
– Pasteurización: durante la pasteurización prácticamente no se producen cambios. Durante el almacenamiento puede existir una pérdida de vitaminas fotosensibles, como es el caso de la vitamina A o de la riboflavina.
– Proceso UHT: Cuando hablamos de la leche UHT, al tratarse de un tratamiento térmico más agresivo la cosa cambia, produciéndose la pérdida de vitaminas, como es el caso de la vitamina C y vitaminas del grupo B: B1 y B12. Así mismo, el almacenamiento prolongado de la leche UHT puede disminuir la cantidad de otras vitaminas como el ácido fólico, vitamina A y vitamina B6. Las proteínas y los aminoácidos permanecen inalterados tanto en la leche pasteurizada como en la UHT.
CONCLUSIONES
Gracias a procesos como la pasteurización y la UHT, la leche llega a nuestros hogares con la mayor seguridad, garantía de calidad y en óptimas condiciones de conservación.
En ambos procesos se utiliza el calor para prolongar la vida útil del producto.
Con la pasteurización disponemos de una leche con mayores propiedades nutricionales pero con menor periodo de vida útil y necesidad de conservación en refrigeración.
Con la UHT disponemos de un producto de mayor vida útil, que no precisa de condiciones especiales de conservación (mientras no se abra) pero con menores propiedades nutricionales.
A los consumidores nos toca decidir qué tipo de proceso se acomoda más con nuestras características y estilo de vida.
Al enviar el comentario, acepto la Política de privacidad y las condiciones del Aviso legal de Aizea.es.