¿Afecta el frigorífico a mi salud?

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La sensación de abrir el frigorífico y encontrarlo limpio y ordenado te hace sentir bien. Encuentras enseguida lo que buscas, no hay líquido derramado o malos olores. Si has organizado bien tu frigorífico no tienes por qué tirar nada y habrás invertido bien el dinero de la cesta de la compra.

Pero, además, tener el frigorífico limpio y ordenado afecta directamente a nuestra salud: la correcta limpieza, la temperatura adecuada y un orden específico contribuyen a reducir las contaminaciones.

 

¿Por qué es importante la limpieza del frigorífico?

Aunque a simple vista no lo parezca los alimentos frescos (verduras, pescados, carnes, aves, huevos) pueden contener bacterias de su lugar de origen o procedentes de los centros de distribución.Así mismo los alimentos envasados, a través de sus embalajes (cartones, plásticos) también pueden ser vehículo de microorganismos.

Otro foco de contaminaciones es la manipulación que realizamos día a día; distintas personas abrimos el frigorífico muchas veces al día y de manera involuntaria se pueden producir derrames al introducir o sacar productos que pueden afectar no sólo a la calidad del producto (que sepa mal por ejemplo) sino también a la seguridad de los productos (pasando gérmenes de un producto que está sin elaborar a otro que ya está elaborado).

Por ello, debemos limpiar y desinfectar de forma periódica nuestra nevera, retirando previamente los alimentos y usando productos que actúen rápido y no dejen olor residual.

 

La temperatura

En nuestro artículo Listeria Monocytogenes: la bacteria todoterreno y también en el artículo sobre la importancia de la correcta recepción hablábamos de forma de la influencia de la temperatura para controlar la proliferación de las bacterias.

Los alimentos, dependiendo de sus características, necesitan diferentes temperaturas de almacenamiento. Por ejemplo, las carnes y pescados necesitan menos temperatura de conservación que los lácteos, las frutas o las verduras. Como solo tenemos un frigorífico en casa debemos asegurar una temperatura de seguridad para todos los alimentos.

Un rango adecuado es que la temperatura se mantenga entre 0 y 4ºC. Los frigoríficos actuales disponen de un lector de temperatura en la parte exterior lo que nos permite controlar que nuestro electrodoméstico funciona correctamente.

 

El orden

Comentábamos que los alimentos frescos pueden ser vehículos de bacterias por lo que pueden llegar a contaminar el resto de los alimentos que tenemos en la nevera. Por eso, es adecuado guardar estos alimentos en las zonas inferiores del frigorífico (y en los cajones si disponemos de ellos).

Los alimentos que debemos proteger con especial cuidado son los platos ya preparados. Estos alimentos ya han sufrido un proceso de elaboración y se han sometido a una temperatura que ha provocado la destrucción de las bacterias (más de 65ºC). Por eso, debemos guardarlos tapados en estanterías superiores. Es recomendable indicar la fecha de su preparación para que nos acordemos bien, no dejar pasar muchos días y que se nos estropeen.

Si tenemos personas con alergias o intolerancias alimentarias en casa será de gran importancia que nos alimentos estén bien protegidos y separados para evitar contaminaciones cruzadas.

 

Consejos prácticos

Aprovecha a higienizar el frigorífico antes de ir a la compra. Utiliza un producto detergente- desinfectante.

Retira los envases y los embalajes para mantener una mayor higiene y ganar espacio.

Las sobras guárdalas en tuppers y ponles una etiqueta con el día que has cocinado el plato. Evita guardar los alimentos preparados en cazuelas y/o con utensilios dentro (cucharas, cazos, etc). Los platos preparados mejor mantenerlos en estanterías superiores.

– Los embutidos que estén bien protegidos con sus envases originales o con papel film.

– Si no hemos gastado una lata entera, el contenido que nos sobre hay que ponerlo en un recipiente de plástico o de cristal y ponerle una etiqueta.

– Los alimentos frescos guárdalos en las estanterías inferiores y cajones.

 

En conclusión

Un frigorífico limpio y ordenado permite:

Velar por la seguridad alimentaria de la familia (evitar intoxicaciones, contaminaciones cruzadas con alérgenos).

Mantener las características organolépticas de los alimentos y que podamos disfrutar de su sabor, olor y color.

Ahorro: si nos organizamos bien, no dejaremos que se caduquen los alimentos y podremos aprovechar las sobras y no tirar nada.

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Fuente imagen: Pixabay – Difisher

Publicado el 9 junio 2020 en Aizea, Seguridad alimentaria

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