Irradiación de alimentos

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¡No se asuste! Detrás de este término se esconde un método de conservación de los alimentos aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Lo cierto es que escuchar “irradiación” es sinónimo de desconfianza y más si nos referimos a alimentos. Esta es una de las principales razones que han llevado a que este método de conservación, seguro y eficaz, no esté demasiado extendido en Europa.

 

Proceso de irradiación

La irradiación consiste en exponer a los alimentos a energía procedente de rayos ionizantes (gamma, X o haces de electrones) para mejorar su conservación y seguridad lo que en ningún caso significa que el alimento se vuelva radiactivo y mucho menos que esa radiación llegue hasta los consumidores. Este método, aprobado por la OMS y la FAO, está regulado por la Directiva europea 1999/2/CE sobre alimentos e ingredientes alimentarios tratados con radiaciones ionizantes.
Según la OMS es posible aplicar hasta 10 kGrays (unidad de medida de las radiaciones) a los alimentos sin riesgo de toxicidad o alteración nutricional significativa. Es decir, que el método es seguro y no altera las características nutritivas finales del alimento.
Para su tranquilidad, según la actual legislación (Directiva 79/112/CEE), aquellos alimentos que han sido sometidos al proceso de conservación con irradiación lo deben indicar en su etiquetado de forma clara.

 

Objetivo de la irradiación y alimentos de aplicación.

El objetivo principal de este método de conservación es la eliminación o reducción de microorganismos patógenos presentes en los alimentos, como por ejemplo, la Salmonella, la Escherichia coli o la Listeria monocytogenes, bacterias responsables de intoxicaciones alimentarias, así como evitar la pronta maduración y el deterioro de los alimentos. Entre los alimentos que más se suelen tratar con este método en Estados Unidos o Latinoamérica, encontramos carnes y mariscos, pero también en vegetales, frutas, cacao o café. En España, el miedo a este método, hace que su aplicación sea casi exclusiva a especias y hierbas aromáticas, que generalmente son exportadas.

Incluso, la irradiación ha demostrado ser un método efectivo para el control de plagas en cereales, probándose en maíz y trigo, y se podría contemplar en un futuro cercano como una alternativa eficaz a la fumigación.

 

En conclusión…

La irradiación es uno de los métodos más estudiados para la conservación de los alimentos pero, a pesar de ello, su uso sigue creando polémica en Europa. Los alimentos irradiados a las dosificaciones establecidas aportan seguridad alimentaria y permiten alargar la vida útil de los productos al tiempo que conservan sus características nutricionales y organolépticas.

http://apps.who.int/
http://www.eufic.org/

Publicado el 7 octubre 2016 en Aizea, Seguridad alimentaria

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