La alimentación es uno de los ejes fundamentales de la salud y muchas enfermedades crónicas están relacionadas con las elecciones de estilo de vida que hacemos día a día.
Seguro que habrás oído aquello de que “somos lo que comemos”. Nuestro organismo precisa, para la realización de sus funciones, de sustancias que se encuentran en los alimentos que consumimos. Una mala alimentación puede provocar un déficit en ese tipo de sustancias que nuestro cuerpo necesita y originar problemas de salud.
Alimentase de forma equilibrada, escoger la mejor opción en cuanto a los diferentes alimentos del mercado, mantener un peso saludable, estar más activo físicamente y gestionar el estrés, puede, por tanto, ayudarnos a evitar el desarrollo de muchas de estas enfermedades.
No todo es ponerse a dieta
Seguro que lo primero que nos viene a la cabeza, cuando hablamos de ponernos en manos de un nutricionista, es en la pérdida de peso. Pues lo cierto es que cada vez hay más personas cuya motivación principal es conocer cómo llevar a cabo una alimentación equilibrada dentro de un estilo de vida saludable.
Lo bueno es que en muchos casos este conocimiento no queda solo en la persona que acude a nosotras sino que lo aplica en su entorno familiar y se benefician del mismo más personas.
El caso de María: hay veces en las que el motivo de la consulta es “yo no quiero seguir una dieta en sí, yo quiero aprender a comer, ir al supermercado y reconocer cuál es la mejor opción si comparo un producto con otro, entender de nutrición…”. Como el caso de María, una persona que por motivos laborales siempre come fuera de casa e intenta llevar un estilo de vida saludable.
Cuando recibimos este tipo de consultas actuamos ofreciendo 2 alternativas distintas:
• Opción 1: proponemos diferentes herramientas y materiales que ayuden al cambio hacia una re-educación alimentaria y a tener una “relación sana” con la comida. Estas herramientas pueden ser: técnicas culinarias saludables, aliños saludables, conocer productos del mercado saludables, enseñar a interpretar la información de una etiqueta nutricional, lista de la compra semanal, cocinar de tupper…
• Opción 2: proponemos realizar un curso de autoaprendizaje de nutrición básica dónde aprender cuales son los diferentes nutrientes y grupos de alimentos, frecuencias de consumo de alimentos cómo planificar un menú semanal saludable. Si la persona se interesa y quiere seguir formándose en la materia también ofrecemos la posibilidad de continuar con la formación a través del curso de nutrición avanzada donde ya se habla de temas relacionados con la nutrición más concretos (diabetes, problemas digestivos…).
Cuestión de estética pero también de salud
Aunque cada vez hay más personas que acuden a nuestro servicio de nutricionista online por llevar a cabo un estilo de vida más saludable, la pérdida de peso suele ser el motivo más común. Pero dentro de esta categoría es importante conocer a la persona que acude a nosotras, sus preocupaciones y motivaciones.
Hay veces en las que el motivo de la consulta empieza con un “yo como bien, como verdura y fruta todos los días, pero no bajo de peso”.
• El caso de Pedro: Pedro es un profesional del ámbito informático con jornadas laborales intensas que le ha empezado a preocupar su peso y los resultados de sus últimos análisis. Nos comenta que cuida su comida, procurando que sea variada, pero que sigue aumentando su peso. Una vez analizada su historia clínica y dietética nos damos cuenta de que las cantidades de las comidas en los platos, por ejemplo, no se adaptaban a sus necesidades. Hay que tener en cuenta que si una persona apenas realiza actividad física o tiene un trabajo muy sedentario el aporte en cantidad de las comidas no puede ser el mismo que el de una persona con un trabajo que requiere más esfuerzo físico o el de una persona que realiza actividad física habitualmente durante la semana.
• El caso de Rebeca: por otro lado, ha habido otros casos en los que la cantidad y la variedad de alimentos a priori están bastante bien adaptados a las necesidades de la persona en particular, pero no se ha tenido en cuenta que en una planificación alimentaria saludable no únicamente influye lo que uno come, sino también lo que uno bebe. Fue el caso de Rebeca, una persona con un trabajo de cierta exigencia física, que cuidaba su alimentación, realizaba práctica deportiva moderada, pero que a lo largo del día se concedía 3 o 4 pequeñas recompensas en forma de cerveza.
Os ponemos como ejemplo una infografía muy visual sobre como repercute el consumo diario de cerveza en las comidas del día:
En conclusión
A través de la experiencia en consulta online hemos aprendido que las necesidades de cada uno son completamente diferentes entre sí, y, es por ello, que la ayuda de un profesional en materia de nutrición resultará de vital importancia para dar con el problema y buscar una solución lo más adecuada y personalizada posible.
Tan importante como el problema en sí, es averiguar con la persona cuáles son sus motivaciones para el cambio y hasta dónde está dispuesta a comprometerse.
Desde AIZEA podemos ayudarte a conseguir tus objetivos (a corto y a largo plazo) a distancia y de forma personalizada ofreciéndote o bien un plan alimentario adaptado a tus horarios, costumbres, gustos y rutinas o; proporcionándote material complementario, herramientas y/o formación en materia de nutrición que ayuden a que vayas adquiriendo hábitos y una relación saludable con la comida de por vida.
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