¿Sabes qué es el batch cooking?

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En muchas ocasiones nos excusamos en no tener tiempo para ir a comprar y aún menos para cocinar, y en consecuencia acabamos consumiendo comida preparada o precocinada.

Si esto ocurre de manera puntual no pasa nada, pero debemos tener claro que la mejor opción para mejorar nuestra alimentación es incluir en nuestro día a día alimentos poco procesados así como reducir el consumo de productos con harinas refinadas o de escaso valor nutricional y aceites o grasas de mala calidad. Para esto es clave una buena planificación semanal de nuestras comidas.

 

Una buena inversión: cocina un día para comer durante siete.

El batch cooking o cocina por lotes, consiste en invertir un tiempo limitado en la cocina para elaborar platos o preparaciones previas, (ya sea cocinándolos o simplemente cortándolos, pelándolos…) con el fin de confeccionar con ellos un abanico variado de menús saludables.

Con una misma base de ingredientes podemos preparar menús semanales distintos, de esta forma la tarea de la compra también será mucho más fácil.¿Cómo hacerlo?

1.- Para comenzar esta planificación hay que partir de la base de que los platos deben incluir siempre hortalizas o verduras (preferiblemente la mitad del total de ingredientes, como ya comentamos en nuestro artículo del plato saludable). En este sentido son excelentes opciones las sopas, las cremas o las ensaladas. Ademas, mientras creamos bases de verduras (sofrito de tomate, pisto, salteado o verduras al horno) estaremos preparando la mitad de los ingredientes de nuestros menús.

2.- Por otro lado, también necesitaremos incluir los hidratos de carbono en nuestros platos: pasta, arroz, quinoa, cuscús… (siempre mejor en su versión integral). Sería suficiente con cocinarlos, escurrirlos y envasarlos. No hay que olvidarnos de las legumbres, que también son fuente importan de hidratos de carbono y además también nos aportan proteínas. Tener en nuestra despensa legumbres cocinadas en conserva nos dará mucha flexibilidad.

3.- Por último tendremos que añadir la parte proteica a nuestros platos, proveniente de carnes, pescados, huevos y lácteos fundamentalmente. Al respecto tendremos en cuenta lo siguiente:

– La carnes mantienen mejor su sabor y cualidades organolépticas con salsas y verduras, de lo contrario pueden resultar demasiado secas pasadas unas horas después de su cocinado (y aún más si se conservan durante algunos días en la nevera).

– En el caso del huevo, este se puede cocer y mantener en la nevera para darle uso cuando lo queramos incorporar en nuestro menú.

– Los pescados, además de frescos, podemos utilizarlos en conserva (atún, anchoas o sardinas).

Es importante tener claro que no todos los alimentos podrán aguantar una semana en la nevera; para ello te invitamos a refrescar qué son las caducidades secundarias en otro de nuestros artículos del blog. Todo alimento cocinado deberá guardarse en recipientes cerrados en la nevera o en el congelador y siempre teniendo en consideración las reglas de conservación de los alimentos.

 

En conclusión

La técnica del bach cooking consiste en ir un paso más allá en la planificación de menús, ya que su objetivo es dejar preparado el menú semanal teniendo avanzadas las preparaciones de todos los ingredientes.

También contribuye a disminuir el desperdicio alimentario y nos ayudará a dejar de lado a los alimentos precocinados.

Solo es cuestión de llegar a casa, componer el plato a tu gusto, calentar si es necesario y.. ¡a comer!

 

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Fuente imagen: Pexels – Anastasia Shuraeva

Publicado el 16 junio 2020 en Aizea, Nutrición

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