La menopausia es una de las etapas de la vida que más cambios genera en la mujer. Se considera que este periodo empieza con el cese permanente de la menstruación durante un mínimo 12 meses.
Este cese no tiene que estar relacionado con alguna causa patológica, ya que puede haber periodos de amenorrea en algunas mujeres y no por ello significa que estén en la etapa de la menopausia, sino más bien que tengan un problema de salud.
¿Cuál es la causa?
La principal causa es que la actividad de los folículos ováricos deja de funcionar y por tanto se produce una disminución de las hormonas sexuales féminas que intervienen en el ciclo menstrual: estrógenos y progesterona.
Es entorno a los 50 años cuando se produce una reducción de los estrógenos circulantes. En algunas mujeres el cese de las menstruaciones es repentino mientras que para otras la disminución es gradual.
¿Cuáles son los síntomas más característicos en esta etapa?
Los síntomas pueden cambiar mucho dependiendo de cada mujer, sobretodo dependiendo de a que edad empieza la etapa de la menopausia.
En algunos casos como decíamos puede ser repentina y casi sin síntomas; y, sin embargo, en otras mujeres, a medida que las hormonas sexuales disminuyen, aparecen síntomas en mayor o menor grado tales como los sofocos, malestar anímico (cambios de humor), menor energía para afrontar las actividades cotidianas y trastornos del sueño (insomnio).
¿Como nos afecta a nivel fisiológico la etapa de la menopausia?
Los estrógenos tienen gran importancia para nuestro organismo, ya que participan en muchos procesos. De esta manera podemos encontrar que la menopausia afecta a nivel de:
• Salud ósea: los estrógenos ayudan a mantener la densidad ósea, por tanto, cuando el cuerpo de la mujer deja de producirlos hay tendencia a que se produzca la descalcificación de los mismos y el consecuente riesgo de padecer osteoporosis. A medida que envejecemos, el cuerpo puede reabsorber calcio y fósforo de los huesos en lugar de conservar estos minerales en ellos. Esto hace que los huesos sean más débiles.
• Salud de la piel y las mucosas: en este caso el déficit de estrógenos provoca una menor producción de grasa, menos sudor, una disminución parcial de la temperatura y de la producción de colágeno, y, un aumento de la permeabilidad y reactividad vascular. Como consecuencia de estos cambios fisiológicos, la piel se vuelve más seca, escamosa y menos elástica, con el consiguiente aumento de las arrugas cutáneas y envejecimiento general de la piel. Al mismo tiempo las mucosas pierden su grado de humedad, las uñas se vuelven más frágiles y se rompen con facilidad.
• Salud cardiovascular: los estrógenos controlan el metabolismo del colesterol y protegen al corazón de la formación de placas de ateroma. En la menopausia con el descenso de esta hormona, disminuye el HDL (colesterol bueno) y aumenta el colesterol total y el LDL (colesterol malo).
• La microbiota intestinal: también la falta de estrógenos en la menopausia provoca cambios en la microbiota intestinal (bacterias que habitan en el colon) y un aumento de la permeabilidad intestinal. Debemos conservar un correcto equilibrio de bacterias beneficiosas y evitar la proliferación de bacterias patógenas en el interior del tubo digestivo.
• La función cerebral (en concreto la memoria): la concentración, la atención, la memoria y el aprendizaje son producto de complejos procesos biológicos que se desarrollan en el sistema nervioso central. Con el avance en edad se produce pérdida neuronal, disminución en la densidad de los receptores a los neurotransmisores y disminución del aporte sanguíneo. Los estrógenos participan por diversos mecanismos en el normal desarrollo de esas funciones, las cuales se ven afectadas por el hipoestrogenismo asociado a la menopausia. En consecuencia, tanto el envejecimiento como la menopausia influyen negativamente sobre el adecuado funcionamiento del sistema nervioso central.
• El peso corporal: la falta de estrógenos condiciona un cambio de en la distribución de la grasa corporal. En esta etapa de la vida la grasa deja de acumularse mayoritariamente en las caderas y se sitúa en mayor cantidad en la barriga o abdomen. Este también es uno de los factores que hace que aumente el riesgo cardiovascular, el colesterol y la tensión arterial. Además, en esta situación de falta de estrógenos, el cuerpo es menos eficiente quemando las grasas ingeridas en la alimentación, por lo que tiende a almacenarlas y como consecuencia se produce una ganancia de peso.
¿Qué hacer ante estos síntomas?
Cada mujer es un mundo, por ello los síntomas que puede sufrir durante la menopausia pueden ser diferentes tanto en la intensidad como en la cantidad de los mismos.
No se puedan evitar los cambios que se producen en la menopausia pero si se pueda actuar sobre sus síntomas y mejorar la calidad de vida. Es en este punto donde la alimentación y, en su caso, los complementos alimenticios cobran importancia.
Para ello es importante conocer las causas de los síntomas, cómo nos puede afectar y que nutrientes pueden ayudarnos en cada uno de los casos.
Si quieres saber más y saber cómo ayudar a otras personas,o a ti misma, a mejorar estos síntomas a través de la alimentación y complementos alimenticios apúntate a nuestro curso especializado en nutrición y menopausia. Además te proporcionaremos materiales prácticos y un ejemplo de menú adaptado a la etapa de la menopausia.
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Fuente imagen: Pexels – Gary Barnes
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