En artículos anteriores nos hemos ido haciendo eco sobre la importancia que tiene la microbiota para nuestro organismo. Si inicialmente los estudios relacionados con la misma se centraban en su relación con el sistema digestivo, con el paso del tiempo se ha visto que su papel trascendía a este aparato y que también tenía importancia a nivel cerebral. Apoyando esa línea de investigación intestino-cerebro, recientemente se ha publicado un estudio que conecta el uso de laxantes con la aparición de demencia.
En el presente artículo examinamos este estudio y damos unas pautas para ir mejor al baño.
Cómo se realizó el estudio
El estudio fue dirigido por el doctor Feng Sha, del Instituto Shenzhen de Tecnología Avanzada de la Academia China de Ciencias y publicado en «Neurology» (revista médica de la Academia Americana de Neurología). En el estudio participaron 502.229 personas de la base de datos del biobanco del Reino Unido. El perfil era el de personas con una edad media de 57 años que no padecían demencia al inicio del estudio.
Qué dice el estudio
El estudio muestra una asociación entre el uso regular de laxantes sin receta con un aumento del riesgo de padecer demencia. En concreto se estima en un 50% el aumento de dicho riesgo.
Parece que la clave de todo ello está en que el uso prolongado de laxantes produce un cambio en la microbiota intestinal que o bien puede afectar a la señalización nerviosa del intestino al cerebro o bien en la producción de toxinas intestinales que pueden afectar al cerebro.
Así mismo también se señala que dentro de los diferentes tipos de laxantes que hay los que parece que aumentan el riesgo son los conocidos como laxantes osmóticos. Este tipo de laxantes atrae el agua al colón para ayudar a reblandecer las heces y según el estudio dispara hasta un 90% el riesgo de padecer demencia.
Qué es la microbiota
Con el nombre de microbiota se denomina a los millones de bacterias que colonizan el tubo digestivo y que viven en simbiosis en el intestino humano. En el momento en que nacemos se empieza a crear nuestra microbiota. Esta microbiota no es estable, cambia a lo largo de la vida (según nuestros hábitos, alimentación, edad….etc), y es personal (cada persona tiene una colonia de bacterias diferentes).
La microbiota participa en numerosos procesos fisiológicos de nuestro cuerpo y debido a ello es importante cuidarla para evitar que se produzcan desequilibrios.
Algunos consejos para ir mejor al baño
Existirán ciertos casos donde el uso de laxantes sea lo recomendado por nuestro médico, pero también existen una serie de pautas nutricionales que pueden ayudar a nuestro organismo:
– Sustituir los cereales refinados por cereales integrales: pan integral, salvado de trigo / avena, arroz integral, maíz dulce, centeno, avena, quinoa, galletas o tostadas integrales.
– Tomar 2-3 raciones de legumbres a la semana: garbanzos, lentejas, alubias secas, habas, guisantes, soja. Es preferible tomarlas cocidas y enteras, con su piel y se pueden combinar con verduras y/o con arroz integral.
– Tomar al menos 5 raciones de frutas y verduras cada día (movimiento 5 al día):
- Frutas: kiwi, pera, ciruelas, fresas, naranja, granada, ciruela, frambuesas y moras. Eso si, preferentemente enteras (en lugar de zumos), crudas y con piel.
- Verduras: alcachofas, acelga, espinacas, espárragos, puerros, alubias verdes, berza, brócoli, coliflor, lechuga, escarola, setas, champiñones, pimiento verde, cebolla, remolacha, etc.
-Incluir frutos secos (almendras, cacahuetes, nueces, etc.) y semillas (lino, chía, sésamo).
-Es fundamental beber abundante líquido (agua, infusiones claras de manzanilla, tila o menta, caldos desgrasados de verduras o de carne) y sobre todo coincidiendo con las ingestas principales, para que la fibra insoluble contenida en la dieta absorba agua como una esponja y aumente el volumen del bolo fecal.
-Resulta de vital importancia realizar algún tipo de actividad física de intensidad moderada (paseo, natación, elíptica / bicicleta, remo, pilates, hipopresivos) todos los días, al menos durante 30 minutos.
-Crear un hábito horario para ir al baño todos los días a la misma hora (por ejemplo, después de desayunar), aunque no se sienta la necesidad y no posponer el momento cuando se tenga ganas.
En conclusión
El estudio ha establecido una asociación entre el consumo de laxantes y el aumento de riesgo de padecer demencia. No prueba que el consumo de laxantes provoque la demencia.
El estudio también indica que el riesgo es mayor entre las personas que consumen este tipo de productos de manera habitual (sobre todo los laxantes osmóticos) y sin un control médico.
A partir de cierta edad es bastante habitual sufrir problemas de estreñimiento, la adopción de una serie de hábitos de alimentación así como la realización de ejercicio físico pueden ayudar a que nuestro organismo afronte mejor estos episodios sin tener que recurrir a los laxantes.
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