En nuestros últimos artículos de enero nos hicimos eco de una interesante jornada dedicada al etiquetado Nutriscore que parece va a entrar en funcionamiento este año. La finalidad del Nutriscore es facilitar al consumidor la selección entre dos alimentos similares tomando como base de diferenciación su perfil nutricional. Esta diferenciación se hace visible con un sencillo sistema de identificación de colores.
El etiquetado Nutriscore es sólo una herramienta más
Una de las reflexiones que se llevaron a cabo en esta jornada fue recalcar la naturaleza del Nutriscore; es una herramienta más que tenemos los consumidores para llevar a cabo una selección de los productos.
No podemos caer en el error de considerar esta herramienta como único criterio de selección de nuestra alimentación, sería un error, a la hora de realizar nuestra compra, el escoger únicamente productos señalados como verdes.
Esto es así por dos razones; porque no hay que olvidar que el etiquetado Nutriscore sirve para comparar productos procesados de la misma categoría o de distintas categorías que puedan suponer una alternativa de consumo y porque la base de nuestra alimentación debe ser el consumo de alimentos frescos (que no tienen etiquetado de este tipo).
¿Por qué una base mínima de nutrición?
Todo lo anterior nos hace ver lo importante que es que todos tengamos unos conocimientos mínimos en nutrición. No hace falta que sepamos sobre patologías…etc, eso es trabajo de los profesionales Dietistas-Nutricionistas pero si un mínimo sobre los diferentes grupos de alimentos, su frecuencia de consumo y combinaciones adecuadas, por ejemplo, entre primeros y segundos platos. Y es que debemos de caer en la cuenta de que nos jugamos mucho, la alimentación es muy importante en:
La edad infantil: es en el hogar donde los peques van adquiriendo conocimientos y hábitos alimentarios que perdurarán en la edad adulta. Unos padres concienciados y que transmiten buenos hábitos están invirtiendo en la salud de sus hijos a futuro. Es en esta fase de la vida donde el cuerpo está en pleno desarrollo y llevar a cabo una alimentación equilibrada permitirá prevenir ciertos problemas que se pueden manifestar en la edad adulta.
La edad adulta: la calidad de vida va a estar muy relacionada con la alimentación y el estilo de vida que llevemos. Conforme vamos cumpliendo años vamos apreciando diferencias entre personas que cuidan su alimentación (y cultivan hábitos saludables) y aquellas que no tienen estos aspectos en cuenta. La obesidad, por ejemplo, no solo es una cuestión estética, puede acarrear otro tipo de patologías que pueden ser limitantes (enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión..etc) en el día a día.
Personas mayores: a medida que cumplimos años vamos recogiendo los frutos de las dos anteriores etapas. Al lógico envejecimiento de nuestro cuerpo, se une una alimentación más “despreocupada” (muchas veces se dedica menos atención y recursos). Esta etapa exige, ya de por si, el adaptar la alimentación al nivel de actividad que se realice, a problemas asociados a la dentadura, a enfermedades crónicas. Una buena alimentación adaptada a las características de la persona mayor marca diferencias en su calidad de vida.
En conclusión
Una buena alimentación es importante en todas las etapas de nuestra vida.
Por medio de la alimentación proporcionamos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita para su correcto funcionamiento.
Una alimentación equilibrada y completa resulta determinante para gozar de un buen estado de salud y calidad de vida.
Si tanto nos jugamos… ¿no conviene que sepamos un mínimo sobre cómo debemos alimentarnos? Si este tema te interesa, y quieres conocer herramientas sencillas para llevar una buena alimentación para ti y los tuyos, puede ser una buena idea que eches un vistazo a nuestro curso básico de nutrición on-line.
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