Complementos alimenticios en salud digestiva

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Bajo este título tuvo lugar el pasado 1 de febrero una conferencia en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) a la que Aizea tuvo la ocasión de asistir.
La primera pregunta que se planteó es porqué cada vez hay más problemas y alteraciones intestinales. Una de las premisas es que el eje intestino-cerebro, dos órganos que sin duda se encuentran conectados, se ve alterado por cuestiones de índole psicológica y emocional. Cuando una persona está estresada o sufre ansiedad, duerme poco, ha recibido una mala noticia o se encuentra sometida a mucha presión, laboral o social, su intestino se altera y aparece sintomatología digestiva (estreñimiento, diarrea, dispepsia, acidez, reflujo…) aunque el problema inicial haya comenzado a nivel psicológico. Es decir, la función digestiva está alterada pero no hay ningún problema orgánico.

 
En esta primera fase, el ponente, Rafael Hidalgo, recomienda complementos y plantas adaptógenas, aquellas que facilitan que el organismo vuelva a recuperar su equilibrio natural, adaptándose a situaciones de estrés. Como ejemplos de complementos naturales, las plantas medicinales Ashwagandha, la Schisandra, la Rodiola o el Eleuterococo. Queda patente entonces que lo primero que vamos a buscar es la mejora de las alteraciones psicológicas y emocionales para después recuperar la funcionalidad del intestino.

 
El siguiente paso, según el ponente, será el control de la permeabilidad intesinal y/o de la inflamación en caso de que se presenten estos dos problemas. Para ello se recomiendan plantas y complementos alimenticios con acción antiinflamatoria (por ejemplo el zinc, el Omega 3, la Boswellia Serrata o la cúrcuma) y tapizar de nuevo la mucosa intestinal para evitar el paso de sustancias “no deseables” hacia la sangre. Para ello en la conferencia se recomienda el malvavisco, el Aloe vera y los micronutrientes selenio, zinc, vitamina C y E.

 
Como última indicación, la recuperación de la microbiota, una población de millones de bacterias que tapizan el interior del tubo digestivo y que intervienen en multitud de procesos fisiológicos. Este “ecosistema” también se ve afectado cuando tenemos alteraciones emocionales. Para su recuperación, y tras los dos pasos descritos anteriormente, las mejores indicaciones son la incorporación de complementos de prebióticos y probióticos para recuperar la funcionalidad de este órgano y buscar el equilibrio perdido por las alteraciones psicológicas y emocionales.

 
Por último, todas las preguntas planteadas al ponente fueron enfocadas a la aplicación práctica, es decir, sobre casos clínicos reales y los mejores complementos alimenticios para tratar cada caso particular. Y es que desde AIZEA creemos que este debería ser el fin último de cualquier acción formativa en relación a los complementos alimenticios, cómo utilizarlos y seleccionar los mejores en cada caso, de forma personal e individualizada.

 

 

Publicado el 8 febrero 2017 en Aizea, complementos alimenticios

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