Novedades en la versión 6.1 de IFS: Herramientas para combatir el fraude alimentario

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El miércoles 14 de febrero tuvo lugar en la sede de AENOR la jornada sobre “Herramientas para una correcta prevención del Fraude Alimentario. Novedades en la versión 6.1. de IFS” dónde se expusieron las principales causas de fraude alimentario y cómo desde el punto de vista del sector agroalimentario se pueden controlar, garantizando de esta manera la confianza de los consumidores.

Actualmente nos encontramos en una situación en la que cada vez tenemos alimentos más seguros pero la percepción que tienen los consumidores de ellos es de desconfianza. El principal responsable de esta situación es, sin duda, el fraude alimentario.

¿Qué es el fraude alimentario?

El fraude alimentario se puede definir como la serie de actividades de sustitución, adición, manipulación engañosa de productos alimentarios, hechos de forma deliberada y con el objetivo de conseguir un beneficio económico para el operador que lo lleva a cabo. Es decir, el fraude alimentario tiene lugar cuando se introducen en el mercado productos alimentarios no auténticos convirtiéndose en un engaño para el consumidor.

A partir de la llamada crisis de la carne de caballo en 2013, la UE incrementó la actividad para contrarrestar el fraude alimentario, se empezaron a desarrollar una serie de medidas centradas en la importancia del intercambio de información, los programas de análisis y los controles oficiales.

Tendencias de riesgo en la Unión Europea.

En la jornada celebrada, D. David Verano Cañavera (Director del Área Agroalimentaria. AENOR), reflexionó sobre las principales tendencias de riesgo en las industrias alimentarias que más preocupan a la Unión Europea, englobando estas en 4 grupos:

1. Alérgenos.
2. Fraude alimentario por sustitución de especies.
3. Cuerpos extraños.
4. Etiquetado.

La red de prevención del fraude alimentario, creada por la Unión Europea en el año 2013, nos indica que el tipo de fraude que se produce con mayor proporción es el del etiquetado. El mismo consiste en que el etiquetado no refleja de manera fiel y clara las características del producto, con el consiguiente perjuicio para el consumidor. Para abordar este tema la jornada contó con D. Francisco de Borja Carmona (Jefe de Área. S.G. de Acuicultura y Comercialización Pesquera) quién presentó el instrumento de trazabilidad utilizado por la política pesquera común para ayudar al control del fraude en el sector pesquero.

Fraude alimentario en la versión 6.1 IFS.

La nueva versión de la IFS Food 6.1, que entrará en vigor el 1 de julio de 2018, se hace eco de esta tendencia e incluye tres nuevos requisitos que buscan aumentar la transparencia y reducir el fraude. Estos requisitos exigen:

1. Evaluación documentada de la vulnerabilidad ante el fraude alimentario. Debe llevarse a cabo sobre materias primas, ingredientes, material de envasado y procesos subcontratados para determinar el riesgo de fraude en relación con la sustitución, el etiquetado erróneo, la adulteración o la falsificación.

2. Desarrollo e implantación de un plan documentado para mitigar el fraude alimentario y controlar cualquier riesgo identificado, definiendo métodos de control y vigilancia.

3. Revisión de la evaluación de la vulnerabilidad ante el fraude alimentario siempre que haya un mayor riesgo y, al menos, una vez al año.

Por otro lado, los laboratorios juegan un papel fundamental, ya que la realización de análisis es imprescindible para la detección de alimentos fraudulentos.
La jornada contó con la ponencia de Dª. Paula Fernández (Responsable de Desarrollo de Negocio. AENOR Laboratorio) dónde se trataron diferentes metodologías de análisis empleadas para detectar el fraude.

Conclusiones

La lucha contra el fraude alimentario cada vez ocupa un mayor peso para la seguridad alimentaria y esto está teniendo su reflejo en la aparición de nuevas medidas tanto en las normas de calidad (IFS y BRC) como en el desarrollo de la legislación de la Unión Europea.

Desde Aizea podemos contribuir en el diseño de un plan para mitigar el fraude alimentario mediante la implantación de un análisis detallado y control de riesgos.

Publicado el 16 febrero 2018 en Aizea, Seguridad alimentaria

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