Se entiende por alimentación complementaria a demanda (alimentos que toma el niño después de la lactancia materna o la leche de fórmula). Consiste en dejar que el bebé se alimente por él mismo, cogiendo los alimentos con las manos, y decidiendo qué alimentos quiere comer.
Tiene sentido incorporar alimentos complementarios a partir de los 6 meses de edad del bebé, pero la leche materna, no obstante, debería seguir siendo la principal fuente nutritiva durante todo el primer año de vida.
En este periodo (de 0 a 3 años) es importante favorecer las condiciones que permitan la adquisición progresiva de unos hábitos alimentarios saludables y una buena relación con la comida y este método puede ser bueno para lograr este objetivo.
¿Cuándo podemos comenzar con el Baby Led Weaning?
Como norma general no es aconsejable incorporar alimentos en la dieta del bebé hasta pasados 6 meses. Además para comenzar con este método podemos saber si el bebé está preparado para recibir alimentación complementaria cuando:
– Se sienta bien y mantiene la cabeza erguida (no es un flan y no se cae).
– Coordina ojos, manos y boca para mirar el alimento, cogerlo y ponérselo en la boca.
– Puede tragar alimentos sólidos.
¿Cómo hacer Baby Led Weaning?
En este método adquiere un papel muy importante las muestras de afecto hacia los niños (lo importante no es que el niño coma bien, sino que quiera comer bien). No debemos olvidar que los ritmos de los niños son más lentos que los de los adultos, por lo tanto, para que la relación en torno a la comida sea buena, la paciencia y el tiempo que se dedican son esenciales.
A partir de los 6 meses:
Conviene ofrecer (el niño decide si los quiere comer o no) alimentos saludables poco a poco., vigilando siempre las texturas y con un adulto presente.
Se deben evitar; sólidos con riesgo de atragantamiento, productos desnatados, zumos, lácteos (excepto la leche de fórmula), sal (y alimentos salados), miel, infusiones, ciertos pescados (como el pez espada, tiburón, lucio, atún rojo) platos únicos de espinacas, acelgas o borraja (por prevención de patologías como la enfermedad del niño azul) y bebidas ni tortitas de arroz.
A partir de los 12 meses:
Se pueden incorporar los lácteos, las acelgas y las borrajas (no más de un plato al día), la miel (con moderación) y una pizca de sal yodada.
A partir de los 3 años:
Se pueden incorporar (siempre vigilando) los sólidos con riesgo de atragantamiento. También < 50g/ semana de pez espada, tiburón, lucio, atún rojo o conservas de atún.
Este método ha llegado a las guarderías
Algunas guarderías han comenzado a ofrecer este tipo de alimentación, pero no debemos olvidar que la piedra angular de este método es disponer, como base, de un menú equilibrado y variado en el que se informe a las familias de las comidas realizadas en el centro educativo y se ayude a planificar las cenas que mejor complementan a las comidas tomadas. En Aizea tenemos experiencia en el diseño de menús escolares y de guarderías, pudiendo ayudar a planificar adecuadamente la alimentación del bebé.
Conclusiones
El Baby Led Weaning puede fomentar el desarrollo de un comportamiento alimentario positivo, podría prevenir el exceso de peso, hace disfrutar al niño en la comida y genera menos riesgo de aversiones dietéticas. También favorece una mejor adaptación a los sabores naturales desde el inicio del crecimiento pero en todo este proceso es siempre recomendable comentarlo con nuestro pediatra.
BIBLIOGRAFÍA:
BASULTO J. S me hace bola. Editorial DeBolsillo, 2013.
http://salutweb.gencat.cat/web/.content/home/ambits_tematics/per_perfils/centres_educatius/menus_escolars/programa_revisio_programacions_menus_escolars_catalunya_preme/documents/arxius/alimentacion_0_3_es.pdf
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