En el reciente «II Estudio de Vitalidad Zespri 2018» realizado por la conocida marca de kiwis, se resalta que un 40% de la población española no desayuna de manera habitual y sólo un 8% de los encuestados consume fruta en esta ingesta.
Estos datos resultan sorprendentes porque ¿Quién no ha escuchado que el desayuno es la comida más importante del día?. El propio estudio, cuyo objetivo es medir la «vitalidad» que tienen los españoles con a partir de su alimentación y hábitos saludables, destaca la importancia que tiene esta ingesta para el desarrollo del resto del día. Entre los adultos es frecuente encontrar una alta prevalencia de personas que apenas se toman un café y se “ponen en marcha” sin asumir que la falta de energía y nutrientes derivada de no desayunar conlleva menor rendimiento físico e intelectual.
¿Y en el caso de los niños?
El porcentaje de niños que sí desayunan (93% de los menores) es mayor que el de los adultos pero según los últimos datos derivados del estudio ALADINO, el 15,5% de ellos sólo desayuna un vaso de leche o de zumo antes de ir al colegio y 1 de cada 5 toman bollería casi a diario en esta comida. Según este informe, que el Ministerio de Sanidad presenta y actualiza cada 2 años, la prevalencia de obesidad es mayor entre los niños que no desayunan o la hacen de manera insuficiente.
El alimento estrella en el desayuno de los menores es sin duda la leche, seguida de galletas, cereales o pan/tostadas. Por tanto, el grupo de alimentos que escasea en el desayuno de los niños españoles (y también en los adultos) es la fruta (sólo un 8,4% de los niños la incluye en su desayuno habitual).
Desayuno completo
Realizar un buen desayuno cada mañana tiene muchas ventajas para la salud. Entre ellas, el desayuno es fuente de energía y nutrientes esenciales (fibra, vitaminas, minerales). Además, las personas que desayunan presentan un Índice de Masa Corporal (IMC) menor y mejoran su nivel de concentración, memoria, rendimiento e incluso presentan menores alteraciones emocionales (menos estrés, ansiedad, depresión). Por tanto, son todo ventajas.
Para que un desayuno se considere saludable, se debe realizar a diario e ir variando entre las diferentes opciones. Un desayuno completo es aquel que cubre entre un 20-25% de la energía total del día y debe incluir:
– Lácteo: es fuente de calcio y de otros minerales, proteínas de alto valor biológico, vitaminas A, D y del grupo B. Podemos ir variando entre las diferentes opciones tales como leche, yogur o quesos.
– Cereal: fuente de hidratos de carbono de absorción lenta que liberan energía a lo largo de la mañana. Se aconseja que éstos sean integrales, para ayudar a cubrir las necesidades diarias de fibra, vitaminas y minerales. Entre las opciones, pan, tostadas, cereales de desayuno, galletas o barritas de cereales.
– Fruta: mejor en pieza que en zumo y en este último caso, mejor natural que envasado. Las frutas son fuente de fibra, agua, vitaminas y minerales que acabarán de completar los nutrientes que el organismo necesita desde primera hora para funcionar correctamente.
Además de estos 3 grupos se pueden incluir otros alimentos, como ejemplo el aceite de oliva o los frutos secos, fuente de grasas cardiosaludables o incluso proteínas magras procedentes del huevo o del fiambre de pavo.
En conclusión
Podemos decir que el desayuno es un marcador de estilo de vida más saludable. Por eso todos, niños y adultos, deben realizarlo a diario sin olvidar ninguno de los 3 grupos principales de alimentos. Realizarlo con tiempo suficiente y en familia completan las recomendaciones actuales en torno a la comida más importante del día.
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