Una de las funciones menos tenidas en cuenta en los comedores escolares es la que hace referencia al comedor escolar como el espacio ideal para la adopción de hábitos alimentarios y estos son fundamentales tanto en el desarrollo del niño como en su posterior etapa adulta.
Importancia de la alimentación en la edad escolar
La alimentación es el factor extrínseco más importante que determina el crecimiento y desarrollo del individuo durante la infancia. Cualquier malnutrición en este período, por exceso o por defecto, puede tener repercusiones a corto y largo plazo. Por ello, una alimentación correcta durante la edad escolar, que permita al niño crecer con salud es, sin duda, un objetivo prioritario para familias y educadores
Además, esta es la etapa en la que comienzan a instaurarse unos hábitos alimentarios que, correctos o no, se mantendrán durante toda la vida.
El comedor escolar puede y debe ser, por tanto, un marco en el que día a día se adquieran unos hábitos alimentarios saludables y se conozcan de forma práctica las normas para una óptima alimentación y nutrición durante toda la vida.
Educar en buenos hábitos alimentarios; inversión de salud para el futuro
Los menús escolares deben cumplir una triple función:
- Satisfacer las necesidades nutricionales, de calorías y nutrientes, de cada etapa escolar.
- Dar a conocer nuevos alimentos y técnicas culinarias a los escolares. Ampliar variedad.
- Ayudar a instaurar unos buenos hábitos alimentarios que permanecerán en la etapa adulta.
Como se puede deducir, para una correcta elaboración y gestión de los menús escolares deben intervenir diferentes tipos de profesionales que trabajen de manera conjunta para lograr los objetivos antes mencionados; dietistas-nutricionistas (diseño y supervisión de los menús), personal de cocina (técnicas culinarias), personal de comedor (ayuda en la instauración de hábitos alimentarios y de urbanidad)…etc.
El equipo docente que integra el comedor escolar tiene la oportunidad de aportar conocimientos en materia de alimentación equilibrada ajustados a las diferentes edades e incluso modificar aquellos hábitos alimentarios que no sean correctos y el comedor escolar constituye el mejor medio para llevarlo a cabo.
El acto de comer en el centro escolar debe ser una experiencia agradable y placentera que permita poner en práctica lo aprendido en las aulas para así garantizar un buen estado de salud.
La educación en casa
Para que la labor que desarrolla el equipo de comedor sea efectiva, debe ser secundada en el hogar. Los padres son el pilar más importante en la educación nutricional de sus hijos y deben conocer la composición del menú escolar de sus hijos y su valor nutricional para poder planificar el resto de las comidas del día.
Hay que recordar que la distribución calórica se debe hacer en 5 tomas diarias y debe ser complementaria, es decir, lo que nos faltó en la comida se debe aportar en la cena (de ahí la importancia que tienen las recomendaciones de cenas aportadas por el comedor escolar).
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