Las normas GMP (Good Manufacturing Practices) es la denominación internacional de las buenas prácticas de fabricación. La certificación de buenas prácticas de fabricación (GMP) surge de la necesidad de garantizar la integridad de los procesos de fabricación de alimentos y su conformidad con los reglamentos de seguridad alimentaria.
Este tipo de normas se aplican a procesos de fabricación tanto del sector farmacéutico como del alimentario.
– El crecimiento notable de las empresas de complementos alimenticios ha llevado a que cada vez haya mayor exigencia en la realización de controles de los procesos productivos asegurando seguridad y control de todos sus productos.
– Aporta una mejora importante para un sistema de seguridad alimentaria que aumenta la confianza de los clientes en su compromiso de vender y producir alimentos seguros de alta calidad.
– Unifica requisitos sanitarios y procedimientos aplicables a todas las empresas alimentarias.
– La certificación en GMP ofrece la verificación y certificación independientes de que se siguen las prácticas de fabricación básicas en base al análisis de peligros y puntos de control críticos (APPCC).
Para un correcto diseño e implantación del sistema, llevamos a cabo 4 fases:
1. Diagnóstico: Se realiza una primera visita a las instalaciones para recopilar la información básica sobre las actividades, procesos, equipos e instalaciones para la elaboración de un presupuesto adaptado a las características de la empresa.
2. Diseño del Sistema: Durante esta fase se va diseñando la documentación necesaria y se plantean mejoras a la empresa para cumplir con los requisitos del sistema.
Para que la implantación se exitosa se va a llevar a cabo la formación de los trabajadores en los requisitos de las GMP y charlas de sensibilización al personal.
3. Auditoría interna: Auditoría documental + auditoría en las instalaciones del cliente.
4. Auditoría externa de certificación: Apoyo y asesoramiento in situ a lo largo de toda la auditoría.
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