Siempre que se terminan las fiestas navideñas y empieza el nuevo año son muchas las personas que se plantean el cambio hacia un estilo de vida saludable. Posiblemente durante esas fechas se haya descuidado un poco la alimentación y la práctica de actividad física, pero ojo, no todo vale para llegar a cumplir los objetivos deseados y recurrir a “dietas milagro” y planes alimentarios que prometen resultados rápidos puede tener graves consecuencias en la salud, y además, el llamado “efecto rebote”.
El llamado «efecto rebote» se produce en aquellas dietas muy restrictivas (que prometen grandes pérdidas de peso en un espacio corto de tiempo) por el que, tras terminar de realizar la dieta, se experimenta un rápido aumento de peso.
¿Qué pasos debemos seguir para iniciar el cambio hacia un estilo de vida saludable?
1. SER CONSCIENTES
Lo más importante es conocerse uno mismo y tomar conciencia de para qué queremos hacer un cambio en nuestros hábitos, sobre todo en este caso, en nuestra planificación alimentaria.
Es fundamental que conozcamos cuáles son nuestros puntos fuertes y débiles y así poder ir superando los obstáculos que se presenten en el camino hacia el cambio. Conociéndose uno mismo y con ayuda de un profesional de la nutrición podemos llegar incluso a prever esos obstáculos y anticiparnos a ellos con estrategias para afrontarlos de la mejor forma.
Reconocer concretamente que es lo que hacemos mal, qué nos gustaría cambiar, o incluso que es lo que estamos haciendo bien ahora mismo y felicitarnos por ello, serán aspectos claves para el éxito de nuestro objetivo.
2. ASUMIR LA RESPONSABILIDAD
Hay que tener en cuenta que solo uno mismo es responsable de sus logros o de lo que no consigue y no buscar excusas ni culpables si no estamos consiguiendo cambiar nuestra forma de alimentarnos.
Muchas veces en las que pensamos que “no podemos” en realidad lo que nos pasa es que “no estamos dispuestos”. Las cosas importantes en la vida se consiguen con determinación y esfuerzo, y, aunque afrontar situaciones que no nos gustan produce sensaciones desagradables, la tensión de ese momento que nos empuja a “comer algo dulce” por ejemplo, irá disminuyendo conforme vayamos repitiendo la acción de llevar a cabo elecciones saludables. Cada vez nos costará menos esfuerzo y se irá convirtiendo en algo inconsciente, en un hábito.
No siempre lo haremos bien, por supuesto, pero el objetivo no es buscar la perfección, sino hacerlo lo mejor que sabemos, esforzarnos y no abandonar.
3. BUSCAR SOLUCIONES
Es probable que en nuestra cabeza haya un sinfín de pensamientos, la gran mayoría preocupaciones acerca del futuro o lamentaciones de lo que hicimos o no hicimos con anterioridad. Muchas de estas preocupaciones del futuro nunca acaban sucediendo y lo que hacen en el presente es quitarnos energía.
Hay que tener en cuenta si lo que nos preocupa depende de nosotros y está en nuestras manos cambiarlo, o si de lo contrario, no tenemos control sobre ello y solo queda aprender y aceptarlo. Debemos centrarnos en aquello que está a nuestro alcance y actuar adoptando una actitud positiva, no quedarnos esperando a que las soluciones vengan solas. Hay que tener una actitud proactiva ante la vida y llevar a cabo las acciones necesarias para conseguir nuestras metas.
4. CONFIAR EN NOSOTROS MISMOS
Si seguimos los tres pasos anteriores conseguiremos adoptar una actitud de seguridad y confianza en nosotros mismos. Cuando confiamos en nosotros mismos y en nuestras posibilidades, actuaremos con la certeza de que vamos a ser capaces de hacer lo que nos hemos propuesto.
Asumiendo la responsabilidad de hacer las cosas lo mejor que sabemos y persistiendo en ello, aunque aparezca algún obstáculo en el camino, nos haremos fuertes y percibiremos esa magnífica sensación de ser capaz de superar todas las barreras y conseguir nuestro objetivo hacia unos hábitos de vida saludables.
5. ¿Cuándo empezamos?
Si somos conscientes de la necesidad de cambiar, asumimos nuestra responsabilidad, estamos dispuestos a poner «toda la carne en el asador» y hemos buscado posibles soluciones solo nos falta el último empujón. ¿Cuándo empezamos? AHORA ES EL MOMENTO, AHORA ES TÚ MOMENTO PARA EMPEZAR CON EL CAMBIO HACIA UN ESTILO DE VIDA SALUDABLE.
Si postergamos la decisión de ponernos en camino es fácil olvidar los motivos para el cambio y nuestro objetivo.
En conclusión
Apuesta por no recurrir a una “dieta milagro”, sino por cambiar hábitos. Como hemos visto el cambio de hábitos produce resultados que se mantienen en el tiempo, una dieta milagro solo nos proporciona resultado en un corto espacio de tiempo.
Cambiar hábitos exige más esfuerzo y responsabilidad, pero a largo plazo el éxito y la satisfacción de uno mismo será la clave para superarse día a día y tener confianza en uno mismo.
En este camino hacia el cambio a un estilo de vida saludable es de gran ayuda consultar a profesionales de la salud, como un Dietista-Nutricionista e ir profundizando y trabajando en cada uno de los pasos anteriormente descritos mediante estrategias y herramientas que te hagan el viaje más fácil. En Aizea disponemos de un servicio de nutricionista online para aquellas personas que quieran el apoyo de un profesional desde la comodidad de su hogar.
Bibliografía
https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S0212-16112016000100024
https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182019000100073
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